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Los aisladores están entre los pocos componentes de un sistema eléctrico que están expuestos de manera continua a un espectro de tensiones de servicio que pueden causar una falla. Estas tensiones pueden incluir: campo eléctrico alto, contaminación, eventos de humedecimiento, corona, variación de temperatura, choque mecánico, interacción con pájaros y otra vida silvestre, viento, radiación solar, filtraciones de aceite, impulsos tipo rayo o de maniobra, contaminantes biológicos, vibración y vandalismo. Si se considera el riesgo de que un aislador venga defectuoso de la fabrica, se haya dañado durante el transporte o la instalación o no se haya especificado de manera apropiada para el ambiente de servicio deseado, la baja tasa de falla de hoy en día es, de hecho, un logro. De hecho, la confiabilidad y durabilidad de los aisladores modernos reflejan cuan bien se diseñan y fabrican la mayor parte de ellos en la actualidad.
Aún así, muchas cosas pueden salir mal. Dada su enorme población en las redes eléctricas, incluso la baja tasa de falla no es una garantía de que no habrá problemas graves. Y, lamentablemente, cuando algo malo le pasa a un aislador, es probable que haya consecuencias para la confiabilidad y el costo.
Las imágenes a continuación muestran ejemplos de lo que puede salir mal con los aisladores y además, de porqué merecen de una selección y un escrutinio profundo.
Entusiastas de las armas en Canadá parecen haber usado estos viejos bujes de interruptores para prácticas de tiro (fotografía: INMR)
Perforación cerca del extremo vivo del aislador a pesar del diseño especial que tiene material de silicona en exceso en el “punto triple” (fotografía: cortesía de Ofil Systems).
Los pájaros en Australia del noreste han usado este poste para ejercitar sus poderosos picos (fotografía: cortesía de Powerlink).
Fabricación defectuosa hizo que esta cubierta del aislador de 500 kV se fisurara (fotografía: INMR).
Poste tipo Pin Post que se destruyó por la grieta radial del cuerpo de porcelana (fotografía: cortesía de AltaLink).
Pájaros en Brasil cubren la cadena de vidrio con excrementos altamente conductivos (fotografía: cortesía de Cemig).
Pasador corroído en disco de vidrio que opera en un ambiente desértico/costero contaminado (fotografía: cortesía de R. Znaidi/STEG).
Cubierta de buje de porcelana en subestación de 230 kV contaminada de Ontario que muestra el impacto de repetidos arcos eléctricos por contaminación (fotografía: INMR).
Filtración de aceite sobre cubierta de transformador recubierto de RTV lo que lo hace más vulnerable a acumular contaminación (fotografía: INMR).
Corrosión de tapa de disco de vidrio en subestación en la Isla Griega de Creta (fotografía: INMR).
Ejemplo de auto-fractura de los aisladores de vidrio en una línea DC danesa expuesta a una fuerte contaminación marítima (fotografía: INMR).
Fractura mecánica de aislador polimérico de 765 kV en una planta eléctrica costera en Corea del Sur (fotografía: cortesía de KEPCO).
Evidencia de acumulación severa de contaminación en el casquillo de terminación de cable en Oteranga Bay, en el extremo sur de la Isla Norte en Nueva Zelanda (foto INMR).
Largas varas de porcelana fracturadas en Europa del este debido al cemento defectuoso que une los accesorios del extremo (fotografía: cortesía de EGU HV Laboratory).
Fractura de aislador de suspensión de 500 kV en China debido al exceso de penetración de agua en la interface entre la vara y la cubierta (fotografía: INMR).
Polleras en aisladores de línea de silicona con daño extenso debido a que el material ha comenzado a estar más frágil (fotografía: INMR).
Rotura de polleras en aisladores de silicona de 750 kV debido a los altos vientos en el oeste de China (fotografía: INMR).
Falla explosiva de cubierta de porcelana que genera la eyección de proyectiles filosos a altas velocidades (fotografía: INMR).
Impactos repetitivos de rayos y arcos eléctricos (fotografía: INMR).
Picoteos de pájaros en polleras de aisladores poliméricos de 500 kV (fotografía: INMR).
Arco por contaminación que parece afectar los aisladores de varas largas en Israel (fotografía: cortesía de late Radu Munteanu, Israel Electric).
Contaminantes biológicos en aislador polimérico instalado en Suecia. Nota: aislador instalado con las puntas de la pollera hacia arriba y que atrapa humedad (fotografía: INMR).
Contaminación proveniente de una fabrica de cemento cercana que afectó las cadenas de vidrio en Túnez (fotografía: INMR).
Corrosión de tapa de metal en aislador que opera en Florida (fotografía: INMR).
Disco de vidrio auto-fracturado en Sudáfrica (fotografía: INMR).
Erosión de polleras en cubierta de silicona de aislador que se especificó de manera inadecuada en una región con serios problemas de contaminación en Rumania (fotografía: cortesía de Transelectrica).
Corrosión y auto-fractura de aislador de vidrio en Algeria (fotografía: cortesía de R. Znaidi/Sonelgaz).
Erosión grave de la goma a lo largo del vástago de aislador polimérico (fotografía: cortesía de R. Znaidi).
Aisladores que apenas se ven a través de la gruesa capa de nieve (fotografía: cortesía de Hubei Electric Power Corp.).
Efectos de la penetración de agua en las interfaces internas de un aislador polimérico de 765 kV (fotografía: cortesía de KEPCO).
Picaduras y grietas en cemento de aislador de disco de porcelana de 115 kV debido a la excesiva corona (fotografía: cortesía de Ofil).
Falla por explosión de cubierta de pararrayos de porcelana (fuente de fotografía: Entergy).
Impacto de arco eléctrico inducido por rayo (fotografía: cortesía de AltaLink).
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